18 de noviembre de 2010

Entrevista a Àngel Llàcer por elPeriódico



Lo prometido: os dejamos la entrevista en castellano para que podáis entenderla todos.

¿Qué dirían los alumnos de la academia de OT si vieran su profesor Àngel Llàcer con un carro de la compra por las callejuelas de su barrio natal, Sarrià, buscando sus provisiones de carne, de fruta y de pescado? Aquel profesor que ponía el grito en el cielo a las clases de interpretación es, en su ambiente cotidiano, un vecino tranquilo y que quiere pasar desapercibido. «En la fiesta mayor del barrio me encantaba hacer el burro tanto como quería, pero ahora ya no puedo», se lamenta el actor.

Afortunadamente, en aquel barrio donde nació y donde ahora vuelve a residir no hay muchos espacios nocturnos de ocio para poder desmelenarse. «Para mi gusto, falta un poco de vida de noche», señala el también presentador televisivo y director de teatro.

Fajo de billetes

Llàcer sabe apreciar, de todos modos, los aspectos positivos de una zona de la ciudad muy tranquila: «Escuchar campanadas de iglesia y el canto de los pájaros desde casa es fantástico», dice. El presentador está encantado, especialmente, con las magníficas vistas al cielo que le regala su terraza. «Volví al barrio porque buscaba piso y mi madre me avisó que había un ático cerca de donde ella vivía. Lo vi y me gustó ", explica.
El camino hacia su escuela (el Liceu Francès) y los descampados de aventurero adolescente - «siempre me ha atraído lo que está prohibido», apunta- han sido asfaltados. Pero el asfalto no cubre recuerdos entrañables como «los bocadillos de salchichas con los amigos en el casal, o el día que me encontré un fajo de billetes en el suelo, cuando iba a la escuela», apunta. «Giré y se lo llevé a mi madre. Había mucho dinero », recuerda.


Hoy, viajes de trabajo y de placer han hecho de Sarrià su lugar de residencia y calma más que un espacio vecinal para construir relaciones. «Cuando oscurece es cuando más disfruto del barrio», confiesa Llàcer. Con las cenas en casa cuida las relaciones. «Mi especialidad son los huevos estrellados», dice.
Y, cuando sale la luna, saca el telescopio. «Aquí, en Galicia, en Polonia y EEUU, todos compartimos una misma luna. Siempre lo pienso », señala. Es su manera de sentir cerca los que están lejos. El Skype también la ayuda. «Cada noche, antes de irnos a la cama, nos conectamos unos cuantos amigos y comentamos el horóscopo que una señora anuncia de madrugada en la tele», comenta el director de teatro, que el próximo 10 de diciembre estrenará el musical infantil 'El reino de la fantasía', basado en las aventuras del ratón Geronimo Stilton.


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